se había sentido roto
quizás un poco todavía
las fisuras, las grietas dolorosas
que la vida va dejando, ahi seguian
nadie las borraría nunca.
sería infantil esperar que desaparezcan
caprichoso e inmaduro
pretender cambiar el pasado.
son esas marcas las que escriben parte de nuestra historia
son parte de lo que somos,
como tatuajes dibujados por el cosmos
la belleza que dibuja el caos
el descontrol
el incierto
el equilibrio exacto entre eso que podemos cambiar
y aquello que exede nuestros límites y nos ahoga en la impotencia
escondía una respuesta
entenderlo era parte del reto
había heridas, cicatrices en todo su cuerpo,
en su mente tormentosa
y una vibración constante en el pecho
una pulsión no solo de vida
si no de vida y placer
tenía la pendulante sensación que algo estaba por pasar
un estado de alerta que lo mantenía encendido
durmiendo con un ojo abierto
guardían
pero no como aquellas eternas y oscuras noches
esta vez el sexto sentido,
su instinto previsor, percibía luz
como un perro lastimado, guerrero, sabía .
sabía cuanto valia
cuanto vale
el precio y el peligro que se corre por el bienestar,
la supervivencia,
y mas aun
por la anhelada humana felicidad
ya había llorado y se había secado
porque era hora de seguir, pero de otra manera
algo se lo gritaba en el silencio
habia perdón en la soledad:
era hora de amar
amar venereamente
amar hasta morir
gozar de la vida sin antiguos miedos,
aunque no con la ignorancia de la inocencía
si no con la consciencia que trae la experiencia
y su debida responsabilidad
era hora de saltar con los dientes afilados
la mandibula abierta
el lomo activo
los brazos estirados
de puro coraje
pero no a la presa
ni al rival
si no al amigo
al amado
a aquel que merecia su amor y su respeto
su devoción, su cuidado
y por que no, su sexo
su esencia
el orgullo que muchas veces había resguardado su honor
su dignidad
que lo había ayudado a seleccionar
que era tambien su olfato para prevenir el dolor
hoy, estaba cediendo
porque la cuota de susto que en el se ocultaba, se esfumaba
comprendía que el terreno habia mejorado
la relación tiempo-espacio
un universo en eterno cambio
irreverente, incontrolable,
y Él.
Él en alguna parte de la locura hermosa de la vida
una armoniosa poesía que dada las circunstancias
y los huevos llenos de valentía y deseo, y amor
tomaban un rumbo con final feliz
No hay comentarios:
Publicar un comentario