Suspendido.
Flotando.
Girandome la vista y las canciones.
Con mis pulgares te remarcó.
Con los párpados te admiró.
No sé.
Quién puede?
Quién eres?
Quién me dejas?
Y no.
Y a veces.
Cuando quieres.
Mantengo la atención en la mesita de luz.
Y me vuelvo a su estómago.
Me vuelvo a suspender.
No.
Eres tan ácido.
Cuántas veces más tendré que invitarte?
A mi aldea.
Mi inventario.
Eres un número.
Vienes con cada deseo de expandir. Con las picasones.
Con la herida de un perro.
Y la rabia
Te hace enloquecer.
Porque no puedes dejarlo.
Aunque quieras.
Te suspendes y como un espiral sin gracia
Te olvidas de caer.
Con favores.
Y las campanas te dan el toque final.
Te auguran un buen final.
Pero no.
Es lo mas odioso que viste con los piés.
Nunca lo encontraste.
Siempre buscaste las palabras
Y
Estaba
En frente.
Escrito en verde en tu frente.
Mídelo al espejo.
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