siempre con esa flácida
idea
monótona
las rosas que caen del cielo
y te llevará a tu escalera
a una de las que te mandan a subir
para llegar abajo
bien al fondo de la cuestión
Tu premio: un cachetada helada
en tu pozo.
pero sonrries alegre
a tu condena
mudo
ni una palabrita
ni un sonido
ni un silbido
mudo y silencioso
acatas la orden del dia
de la vida
y te recuestas en esa inmundicia
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