empedernido
castigado
atormentado por los rayos eléctricos
de la sombra
camuflado en ese
claustro de arena y alambre
miles de dentaduras brillantes mochileras y sin compañia
se hunden
y entrelazan
entre la paz
y aquel eterno
grito
que nunca
mas
grité
las letras en mis dedos
a punto de nacer
ríen ansiosas
esperando ser palabras
la mano
ajena
se roba
mi verso
y publica exitosamente mi poema
sin culpa y emoción
con fobias idiotas
y rencores de superheroe
se aleja de mi
indiferente
en el medio de la avenida
fría
con olor a carne muerta
mi llanto se evapora con el mismo sol
que me hizo reir
y me hizo llorar
y es una historia
que nunca nadie va a contar
ni a escuchar
porque a nadie le importa
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