tengo en una de las manos una sorpresa para ti
un chillido aliviador
un consejo sabio hecho para recordar en este viaje moderno
todo vale
con la sangre en los ojos
no se ve bien
y ella lo sabe perfecto
dudando
se quedó mirando desde el muelle
el mar espumoso comia sus pupilas de lagrimas viejas
y regresó
pero su pulmón se infló otra vez
y no pudo soportarlo:
te invito a tomar algo linda!
pasaron muchas plazitas porteñas en su cabeza
muchas infancias (algunas de él otras de ella y otras de ajenos)
a pesar de todo, no te aferres a mi
no mientas
lo que si te prometo
es con vos
pasar eternidades por segundo
y se llenó de deseo, él primero
ella contagiada no resistió imaginarlo dentro suyo
y rió soñando una tarde dos manos juntas y tres mates (pero ningún pretexto)
pero el tiempo nunca pasó
porque nunca empezó
ellos solo viven en los poemas
entre novelas y novelas de libros que leen personajes inexistentes
enamorados solo
hasta que el escritor así lo quiera
sus sentimientos dependen de la imaginación de un tercero
ellos no sienten nada porque no son historia
solo son dos presentes estancados en una realidad que nadie ve
y eso, a veces, es peor que estar equivocados
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