con los cimientos
escondidos
ningún maestro
de nada
sabe
ni quiere enseñar
mucho menos interpretar
adiós
sin sueño
me veo y me ves
acostado
con el pecho inflado de tanto orgullo
suspiro un ala
un viejo mal humor
un viejo descocido
una mano que se abre y arroja sus dedos contra la pared
se tiñe con luz cada bote
cada abrir y cerrar de ojos
es perfecto este final
(pero quiero comenzar)
del fondo de mi páncreas
brota un hilo
dental
un racimo de uvas
que sale al sol
y crece con solo oler tanta alegría en el ambiente
solo eso hace falta en esta porción
en este sillón
me vine hoy hasta aquí
para poder ir a tu lado
(quizás no lo hayas notado aun)
No hay comentarios:
Publicar un comentario